Los psicofármacos más utilizados son los ansioliticos (para reducir la ansiedad), los antidepresivos y los somniferos.
Todos ellos, consumidos en mayor medida por mujeres, como mínimo en una proporción que supera el doble de consumo en mujeres frente a hombres.
Para ilustar esto, expongámos algunos datos:
-En España aproximadamente el 17% de la población consume ansiolíticos o somniferos, y el 7% antidepresivos.
-En Cataluña el 85% de los psicofármacos recetados son consumidos por mujeres.
-Los psicofámacos son las únicas drogas en las que las mujeres superan a los hombres en nivel de consumo.
-En nuestro país la preescripción de psicofármacos en atención primaria es la más alta del mundo.
¿Y por que ocurre esto?
Los motivos que se exponen en distintos estudios son varios.
Para comenzar, los médicos valoran como de más gravedad las quejas de los hombres que las de las mujeres. Un ejemplo de esto es que el 25% de los psicofármacos recetados se preescriben en la primera consulta a mujeres sin haberles realizado ninguna exploración. Cosa que no sucede a la hora de tartar a hombres. Y ante las mismas quejas, a las mujeres se les recetan más psicofármacos que a los hombres.
Tal vez, esto se deba a la percepción patriarcal de que las mujeres somos más débiles que los hombres.
Otro de los motivos radica en que los roles tradicionalmente femeninos llevan a las mujeres a una sobrecarga física y emocional a la que es dificil enfrentarse. Y los síntomas derivados de las viviencias de la desiguladad a la que las mujeres se enfrentan, es decir, la tristeza, la ansiedad y la rabia, en nuestra sociedad se tratan como si fuera una enfermedad, en vez de ser consideradas reacciones emocionales completamente normales a las situaciones a las mujeres se enfrentan. Y, en occidente, las enfermedades las tratamos con medicina. Por esto, en vez de luchar por cambiar nuestro entorno para hacerlo igualitario, se intenta paliar el problema de las mujeres a través del uso de psicofármacos.
Teniendo esto en cuenta, sumado a que se ha demostrado que la eficacia de la terapia psicológica es superior al uso exclusivo de psicofármacos, tal vez deberíamos de plantearnos cambiar la forma en que se abordan los problemas emocionales en mujeres.